viernes, 9 de octubre de 2009

La Sombra

Este fue cuento fue editado por Edit. Dunken en el año 2008. La selección de cuentos se llama "Lunario". Como en cada uno de los cuentos escritos hasta el momento, son absolutas ficciones que me divierten dejarlas desarrollar. Algún amigo me dice siempre que tengo una carrera de autitos en la cabeza y quizás tenga razón... Aquí vamos con "La Sombra"

“LA SOMBRA”

- Atilio no está. Lo internamos la semana pasada.- dijo la madre amargamente a través de la mirilla de la puerta a Lucas, uno de los amigos que siempre iba a visitarlo.
Hacía casi seis meses que Atilio había comenzado a tener una conducta extraña. El decía que se sentía perseguido, que alguien lo estaba acechando y que lo iban a asesinar. Todos coincidían en que era una ficción suya. Nadie podía creer en un plan para eliminar a un chico tan bueno como Atilio. Con el tiempo, esta persecución que sentía se fue agravando. Ya no salía de la casa y vivía recluido en su cuarto. Solo recibía la visita de algunos amigos, que insistían en convencerlo que no había nada de que temer. Un día, a Lucas le llamó la atención que estuviera encerrado en el cuarto a oscuras y ni aun habiendo entrado un amigo, Atilio aceptaba encender la luz. Fue en ese momento cuando confesó su sospecha. Ante la mirada absorta de Lucas, Atilio aseguró que su sombra era quien lo acechaba permanentemente.
- No me deja solo nunca y siempre se ubica detrás de mí, Lucas. Cada vez que la miro, intenta imitar mis movimientos. Yo se que finge, a mi no me va a engañar. Estoy seguro que en cualquier momento la voy a descubrir.
A partir de esta sospecha, el vivía en la mas hermética oscuridad que uno pudiera imaginar y cada vez que alguien entraba a su cuarto, se apoyaba contra la pared,





para evitar la aparición de su sombra. La angustia de su madre la había llevado a consultar a más de un médico y la recomendación de todos, era internarlo en alguna clínica de salud mental para ayudarlo. El aceptó con una única condición: oscuridad total en su habitación. Con el correr de los días, esta situación cambió. El comprendió sobre la dificultad para tenerlo a oscuras todo el tiempo, y accedió a que colocaran una reja, de manera que, cuando entraba la luz por la ventana, su sombra se reflejara detrás de la barrotes. De esa manera se sentía seguro.
Todo funcionaba más o menos bien, hasta la mañana en que una enfermera lo encontró muerto. En su rostro había una mueca de pánico congelada. Tenía los ojos abiertos y las sabanas estaban en desorden. No había rastros de violencia física en su cuerpo, solo una expresión que aterraba. Enseguida llegó la madre, acompañada por el medico que lo atendía. Lo revisó brevemente e indicó para que ubiquen el cadáver sobre la camilla. En ese instante, la madre llegó a percibir, mientras los enfermeros cargaban los restos de Atilio, que a pesar de la luz del sol de la mañana que entraba por la ventana, el cuerpo no reflejaba ninguna sombra.
Un frío gélido le corrió por la espalda.
No dijo nada.
Se limitó a llorar la muerte de su hijo.

viernes, 2 de octubre de 2009

Presentacion en complejo la Plaza



Esta foto fue tomada el 31 de mayo de 2009 en el complejo La Plaza en Buenos Aires. Ese día, la editorial Nuevo Ser presentaba el libro "Nueva Literatura de Habla Hispana 2009". En el tomo 2, hay seleccionados tres cuentos míos. Uno de ellos es "Vida Fugaz", los otros ya los iré subiendo de a poco...